Con el objetivo de mejorar la gestión de la infraestructura verde de la Universidad de Córdoba integrando la gestión integrada de plagas y fomentando la biodiversidad, estamos en un proceso de transformaciones que incluyen distintas medidas en el marco del mejor conocimiento disponible. Es por ello que trasladamos esta información relativa a los desbroces en el Campus de Rabanales.
Según lo recogido en las "Directrices ambientales para la gestión de la infraestructura verde de la Universidad de Córdoba", y como se aplica desde hace años y cada vez más en distintas universidades y ayuntamientos, uno de los criterios para mejorar la gestión de las infraestructuras verdes universitarias y fomentar la biodiversidad es: "Minimizar los desbroces en las zonas de vegetación natural/naturalizada, dejando a las herbáceas desarrollar su ciclo o, si es indispensable el desbroce, hacerlo a una altura de 15-20 centímetros del suelo. Se tendrá un especial cuidado en las bases de los árboles y arbustos, en las que no se realizará desbroce con hilo por su potencial riesgo de dañar a la planta".
Con carácter general, por tanto, no se desbrozarán las zonas de vegetación silvestre del Campus de Rabanales hasta que no se haya terminado el ciclo de las herbáceas y comiencen a morir (a partir de la segunda quincena de mayo, habitualmente). El personal de jardinería irá observando las distintas zonas para actuar en cuanto la vegetación comience a amarillear, para dar cumplimiento a las necesidades sobre seguridad y riesgo de incendios. Sí se desbrozarán preventivamente los bordes de aceras y calzadas, zonas de acceso a edificios o lugares con un uso concreto incompatible con esta vegetación. En los casos en los que se haga el desbroce, se integrará en la acción la posibilidad de hacerlo a una altura de 15-20 centímetros del suelo siempre que el uso de la zona sea compatible con herbáceas de este porte.
Tanto la biomasa vegetal como sus estructuras son fundamentales para la existencia de numerosos grupos de animales como insectos polinizadores (abejas o mariposas, por ejemplo), arácnidos y otros invertebrados, entre ellos grupos de artrópodos con funciones ecológicas muy diversas y esenciales para el buen estado del suelo, la supervivencia de pequeñas aves insectívoras y granívoras y otros animales que mayoritariamente en primavera se encuentran en su etapa de reproducción. Tenemos la suerte y la responsabilidad de disfrutar de un campus con una riqueza de especies reseñable y un personal científico que nos ayuda a entender cada vez mejor la importancia de medidas de fomento de la biodiversidad.
En cualquier caso, se trata de un proceso de transformación de modelo de gestión que necesitará de un cambio de percepción sobre las plantas que nos acompañan en el campus y que generará algunas dudas que seguro iremos solventando de manera concreta. Estamos seguros de que estos cambios de gestión fomentarán la sensibilización sobre la importancia de los criterios ambientales en la UCO.