La trabajadora del Servicio de Acción e Inserción Social de la Delegación por la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta María del Castillo Pérez afirma que la legislación en materia de inmigración debe ir más allá de una visión de las personas inmigrantes como mano de obra.

La profesora del curso "Estrategias para la Educación Intercultural" indica que es necesario establecer políticas que contemplen una visión más global de las personas inmigrantes y que actúen de forma integral en aspectos laborales, sociales y sanitarios para que la integración de estas personas sea efectiva.

En su opinión, los problemas de integración se derivan, en muchos casos, de los propios prejuicios y las actitudes de las sociedades de acogida y, por ello, considera que es necesario que los más pequeños reciban una educación intercultural, de respeto hacia la diferencia y de intercambio cultural.

Por ello, María del Castillo Pérez lamenta que, en muchas ocasiones, los medios de comunicación incidan sobre los aspectos negativos del fenómeno migratorio y transmitan a la sociedad que la llegada de personas de otros países supone un problema, cuando es un proceso natural.

En este sentido, la profesora explica que en el curso, al que asisten 32 alumnos, además de explicarles la normativa que regula los movimientos migratorios en Europa y España, así como la estructura de recursos y las políticas de intervención, se utiliza la memoria histórica para hacer comprender a los estudiantes los distintos aspectos de este fenómeno.

Asimismo, la profesora llamó la atención sobre la distinta aceptación de la inmigración en función de la clase social del inmigrante. Así, Pérez comenta que si un árabe es rico no recibe el rechazo que otro que trabaje en el campo.

Por último, la profesora ha abordado el tema de los menores inmigrantes, sobre el que comentó que se ha avanzado mucho en los últimos años con la creación de la figura del mediador intercultural.

Sobre esta cuestión, María del Castillo Pérez hizo hincapié en que la mayoría de los menores de edad que llegan a Córdoba vienen con un proyecto inmigratorio y no son delincuentes, como piensa mucha gente. La relación entre delincuencia e inmigración es, precisamente, uno de los prejuicios que según la responsable de este curso hay que ir atajando para evitar futuras actitudes racistas y conseguir una correcta integración de la población inmigrante.